Días pasados, en medios periodísticos de la capital provincial, observamos una imagen que vale más que mil palabras. Allí, nuestro Secretario General Miguel Pellandino junto a algunos miembros del Consejo Directivo Provincial, confirmó el respaldo de la ATE Entre Ríos a la actual gestión del Gobierno Provincial, declaraciones que nos sumieron en un estado de bronca e impotencia porque comprobamos cómo desde esta dirigencia se negocia con los intereses de los trabajadores estatales.
En dicha noticia se habló de mantener y apoyar "el rumbo" y es aquí donde nos preguntamos ¿qué rumbo?¿Aquel que acordó un salario en esta provincia. que apenas sobrepasa los 3000 pesos, cuando el mismo Consejo Federal del Salario estableció que ningún trabajador debiera ganar meno de 3600 pesos a mediados de 2013?
Les pedimos que recuerden que aquellos que hemos sido electos por el voto de confianza que los compañeros afiliados depositaron en nosotros, debemos cada día cuidar y acrecentar esa confianza, "ser representantes de los trabajadores", lo que significa saber interpretar la necesidad de los trabajadores y parece ser que gran parte de esta conducción provincial, en vez de hacer una síntesis colectiva de opinión está tomando una postura parcial que no representa al conjunto. De hecho somos muchos los trabajadores que no nos sentimos ni cerca del Gobernador, ni contenidos en su política la que sólo disfraza el ajuste.
Como trabajadores nos preguntamos ¿no es deber impostergable de esta dirigencia gremial priorizar estrategias que den respuesta a las múltiples problemáticas que aquejan al conjunto de los estatales: bajos salarios, malas condiciones de seguridad e higiene, precarización laboral, etc. antes de declarar alegremente que nuestra organización apoya de manera incondicional a la patronal?
Evidentemente los tiempos electorales y la ambición política, están matizados de un egoísmo que echa por tierra los lineamientos de nuestra ATE, una entidad que alguna vez fue autónoma.
Las Seccionales abajo firmantes consideramos fundamental reinvindicar nuestra autonomía gremial y política de los gobiernos de turno, cualquiera sea su color, pues este es un mandato funcional de nuestra organización, el que por lo visto algunos han olvidado.
Afortunadamente, muchos pensamos y obramos diferente, muchos mantenemos banderas de lucha, solidaridad y transparencia, por las que no podemos ni vamos a permanecer en silencio, declarando categóricamente que nos resulta una falacia burda y acomodaticia, el expresar que toda ATE respalda de manera incondicional el rumbo de la actual gestión provincial, sobre todo porque este tema nunca fue discutido hacia el interior de nuestra organización.
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